viernes, 15 de enero de 2010

Cacerolazo


No escucharon a un pueblo que soolo queria trabajo, cerraron fabricas y vendieron el pais.
Las cacerolas se quedaron vacias y con esas mismas cacerolas y una cuchara, bajo una sola bandera, todos unidos salieron a la calle; ancianos, jovenes y niños, brindaron el mejor concierto : un cacerolazo, que sono como un canto para despertar al pueblo dormido y alejar a los que no supieron escuchar.
Hoy, con esperanza pero atentos, cuidemos la democracia, ¡ que la voz del pueblo no calle nunca !.
Conservemos las cacerolas abolladas para que el mundo conozca las armas que usan los pueblos que quieren ser libres.
"El que no escucha una sola campana, puede perderce el sonido de la verdad"

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